A veces, me gustaria decirlas pero me quedaría vacía por dentro y sabrías de la existencia de todos esos pensamientos.
Eso es un problema, pues sabes como funciono.
Si me tocas me hundo pero si no lo haces siento que exploto.
Son tantas cosas que se guarda una que pueden pasar dos cosas. La primera seria que todos esos pensamientos se irían haciendo cada vez mas viejos, formarían parte de tu historia, formarían los muros de lo que llaman "tu mente".
Se harían fuertes y cada vez mas pesados y si algún día son liberados serán la causa de tu destrucción. Seras otra persona. Seras lo que ellos quieren que seas.
Lo segundo es que otros no tienen tanta fuerza y se quedan en el camino, cada vez más pequeños, se quedan formando los filamentos de tu corazón. Son los que nos permiten avanzar, explorar nuevas ideas, volver a creer.
Pero recuerda que siguen ahi y solo necesitan una chispa para recuperarse y volver a florecer para llenar tu cuerpo de recuerdos.
¿Como derrumbamos los muros de nuestra mente?
Ni siquiera los sentimientos mas puros pueden, pues son jóvenes, están cargados de ilusiones y de energía. Pero les falta practica, inteligencia y tardan un tiempo en formar parte de ti y los otros en cambio son los veteranos de tu cuerpo. Son los que mandan.
Hasta que llega un sentimiento desconocido, los muros no saben que hacer, ¿lo dejan pasar o acaban con él?
Nunca habían oido hablar de él y sienten miedo. Ya no son veteranos, son cobardes.
Este sentimiento se va acercando cada vez con mas fuerza y esta decidido. Es transparente y sincero. Cree que tiene posibilidades de atravesarlos y esta feliz. Los muros están indecisos y muy confusos, ya no se reconocen. Quieren ese sentimiento pero les da miedo.
Y finalmente después de hacer sufrir al sentimiento de tan larga espera, le cierran el paso porque son cobardes.
Y vuelven al principio, a almacenar recuerdos porque eso es lo único seguro para ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario