Gracias

Aprendí a expresarme con moderación, no ser tan impulsiva y a controlar mis sentimientos. Pensar en lo que llevaría después decir ciertas cosas y lo que para la otra persona resultaría. Pensar el antes y después que marcaría, que las cosas cambiarían para bien o para mal. 

Aprendí a valorar de verdad lo que significaban las palabras, su poder sobre los humanos.

Empecé a callar cuando quería expresar mucho porque sabía que asustaría a los demás y no me tomarían enserio cuando dijese la verdad y reflexioné sobre como actuarían los demás si oyen algo que no se esperan de ti. 

Aprendí a escribir lo que callaba y enseñárselo a una persona que nunca diria nada.

Pero también comencé a tener miedo de mi misma, por si algún día rompería esta regla y todos los planes se irían al traste.

Ahora relaciono ciertos términos con sentimientos y cuando alguien me habla abiertamente sobre los mismos me recuerda a mi en el pasado, esa que a los dos días soltaba a los cuatro vientos lo que sentía en el momento y todo el mundo sabía todo de ella.

No me quiero alejar, solo quiero que valoréis lo que decis, penséis cada coma, cada silencio y cada pensamiento.

Seguía presionando y no quiero ser como vosotros, quiero ser como los de hace 50 años. 

Dicen que de todos aprendes un poco, pero de ti aprendí mucho y te lo agradezco, solo quiero decirte que..

Gracias.

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