Repasa cada detalle con atención por despreciable que sea, ese puede ser el motivo de tu fracaso final si no lo tienes en cuenta.
Nunca dejes pistas de que has estado allí, se sigiloso como un zorro y solo haz ruido cuando te interese. Analiza cada pregunta que te hagan, tu propia respuesta y lo que supondrá decirla.
A veces,saber tanto nos lleva a la autodestrucción, nos enteramos de realidades que es mejor no haber sabido.
Nos lleva a la obsesión de querer controlar todo y que salga a nuestro gusto.
Buscar millones de soluciones a algo que hemos descubierto y no nos agrada, ahi es cuando mostramos nuestro interés y nos mostramos irreconocibles. Tienes metido en tu mente un objetivo y nada te importa más que eso. Harás preguntas que ya sabes la respuesta y así controlarás a los demás solo para conseguir averiguar más datos. No hace falta acercarse demasiado a alguien, siempre tienes que estar al margen pero que no se note tu presencia, solo la justa. Ten cuidado, pues la persona menos esperada puede saber más de ti que tú mismo. Nunca tienes que dar pistas de saber más de la cuenta, no volverán a confiar en ti por lo que hazte el sorprendido cuando te cuenten cosas.
Ahora pensaréis por qué digo todo esto, pues me he dado cuenta de que sé más de los demás que de mi misma, he dejado de lado lo que pienso para pensar como deben pensar los demás, ese querer tener todo bajo control para que nada me afecte y en realidad lo mejor es dejar que las cosas pasen porque tienen que pasar, por eso estoy así, porque después de averiguar tantas cosas me he quedado con ninguna útil y los planes no me han salido como quería. Pero, esto también tiene su parte buena, es que ya sé como van a actuar los demás y me adelanto, pero no siempre llego a tiempo porque hay cosas que se resisten por su propio peso.
Y lo ultimo que quiero decir es que nunca dejéis huella en vuestra observación al mundo porque esas son las que nunca se borran.
A.
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