Heridas

Hago sangre en mis heridas
porque me gusta sentirlas.

Soy yo la que decide cuando se curan.

Si fuiste una,
larga en el tiempo,
profunda y
visible a los ojos de cualquiera,
siéntete afortunado,
pues esas dejan cicatrices
en el alma.

Pero,
las más dolorosas,
son las que nos hacemos dos veces
en el mismo sitio.

Es querer sentir aquello tan fuerte
que te hace ser humano,
aunque te mate por dentro.

Buscamos aquellas,
que nos traen recuerdos
de épocas donde éramos felices,
donde se acumulan sentimientos en una zona, que un día explotará,
bañandose de nostalgia,
una mancha que perdura mucho tiempo.

Por eso las queremos,
con el tiempo una aprende a amarlas.

Nombres

Podría llamarte hogar,
porque no hay mejor sitio donde refugiarse.

O tal vez alegría,
cuando me haces reir con tu forma de ser.

A veces tristeza,
si me decepcionas.

Sorpresa,
cuando planeas algo para mí.

Morriña,
si te tengo lejos.

Rabia,
cuando "jugamos" a ver quien es más cabezota.

Esperanza,
cuando ves algo de luz en mí cuando estoy apagada.

Puede que seguridad,
si me das la mano.

O concretamente calma,
al abrazarme.

Pero sobretodo
te llamaría
"No te marches nunca".

Asfixia

Nunca me he sentido tan muerta
como en esta noche.

Parece que el aire no corre,
ya no tiene prisa.

Me pregunto quien preguntará por mi,
cuando ya no exista.

Voy dejando pistas,
por si alguien se pierde,
no me gustaría que alguien
se desviara por mi culpa.

Los demás avanzan
demasiado rápido,
hace tiempo que dejé la carrera.

Sigo cansada,
por mi excesos,
por haber llegado a la cima,
por creer que por primera vez era alguien,
por " quererme" a mí misma.

Llegué tan alto,
que me esperaba la peor caída.

Y un día de Marzo,
tomé la peor decisión de mi vida,
empecé a descender sin darme cuenta,
comencé a ser lo que nunca quise,
y era consciente
de que la palabra "frenos" no estaba
en mi cabeza.

Cristina,
yo te quería.

Por eso acabé fastidiandola,

Verdades.

Dime cómo has conseguido
que vuelva a creer en los ojos de la gente.

Aunque no te lo creas,
me gusta sonreír,
solo que tengo fecha de caducidad
así que prefiero reservarme.

Tengo que admitir,
que las mejores frases
se dicen con los ojos reflejados en el otro
y tan serios
como si de una confesión se tratase.

Me trasmites seguridad,
firmeza,
estabilidad.

Palabras fuertes,
que chocan contra mi pecho,
pero no me duelen.

Te has clavado,
en ese lugar de no retorno,
en recuerdo,
pensamiento y
deseo.

En mi pasado,
presente y
futuro.

No dejes de mirarme nunca.

Correr

Un portazo,
es lo que se oye tras una discusión silenciosa consigo misma.

Corre, cada vez más deprisa, hasta que nota que le duele el pecho.

190 pulsaciones, casi su limite, en ese momento le hubiese dado igual haber desaparecido.

"Chica ¿Es que tienes prisa?" Oye a lo lejos.

Tiene ganas de llorar, en su cabeza no para de sonar "¿Por qué lo has hecho? Sabías que no estaba bien, que te ibas a sentir fatal después"

Pero en ese momento no era ella,
el mundo deja de ser mundo, no escucha,no ve, sólo actúa en contra de ella misma.

Siempre la misma historia.
Siempre los mismos síntomas.
Siempre las mismas promesas.
Siempre las mismas decepciones.

Está cansada, de sus obsesiones, de sus problemas , de su actitud y de sus palabras.

Hace tiempo que no escribe,
porque ya ni cree en lo que dice.

Y es lo que más le duele,
haber perdido la esperanza en ella misma.

Simple

Simplicidad
es lo que te define.

Por eso no puedo escribirte.

Yo y mi manía de enredar las cosas,
será que nuestra forma de querer es complicada.

Dicen que no muestro cariño,
lo que no saben es que lo poco siento
lo doy de golpe,
quedándome vacía
una buena temporada.

El día que vuelve
te juro que me sonríe la vida,
una sonrisa de amor con sabor a despedida.

Creo que no se va del todo,
pues a veces la veo en tu cara,
por eso creo que eres capaz de soportar
los días en los que estoy a punto de irme para siempre.

"Ámate" me pides a gritos
pero me hago la sorda.

Ultimamente he aprendido a escucharte un poco
no dices tantas tonterías.

Lo único que puedo decirte con certeza
es gracias por estar ahí
por ser mi enemigo
cuando saco mi forma oscura.

Fin

Fíjate al final de la curva, inclinada hacia arriba como si fuese la rama de un árbol intentado proteger la última manzana.

Cree que puede disimular lo que está escrito en sus ojos.

Ahora miralos atentamente,
el rabillo final describe una línea hacia abajo.

Esto es el arte de mentir.

Como ella es capaz de mostrar al mundo lo que él espera de ella mientras se está pudriendo por dentro a causa de un veneno llamado obsesión, trastorno compulsivo, dopamina.

Llámalo como quieras,
el daño es el mismo
y ella su victima preferida.

Se engaña a si misma, diciendo que lo controla
pero cada vez la rama esta más inclinada
y sus ojos mas tristes y apagados.

Hoy una conversación ha hecho que pierda la cabeza:

-"Tienes las manos frías"
+"Siempre las tengo así"
-"Normal, te estás pudriendo por dentro"

Hoy ha llovido demasiado cómo para contar los truenos que ha producido en cada uno de los lamentos.

"Tiene razón" Se repetía una y otra vez,mientras volvia a caer en lo de siempre.


Esa falsa dopamina le está destruyendo el cerebro y las ganas de seguir.

Y no sabe hasta qué punto podrá soportar la carga de ser su propia enemiga y a la vez la única que puede ayudarse.

Negro

Lucho
sin resultado
por salir de este pozo
sin fondo.

Y si éste es mi lugar
y yo fuese lo contradictorio
a mi propia naturaleza.

Estaría intentándolo en vano.
Como cuando me acercas tu mano
no aportando demasiada fuerza.

Odio tu manera de llevar tan bien los fracasos
o deslices
como tú los llamas.
Siempre tan optimista
y despreocupado.

Pero a la vez te admiro
y me refugio
en tu pecho
como si el cielo se tratase
olvidandome del caos que llevo dentro,
en mi propia sangre.

He perdido mi esencia
mi disciplina
mi coraje.

Ya no soy la que era
tampoco pretendo serlo,
mi vida ha cambiado
y yo con ella,
como dos hermanas que se pelean
pero aún siguen juntas.

Me da igual el resultado,
solo quiero las respuestas.

No importa en qué tierra acabe,
sino donde esté agusto conmigo misma.

El problema es
que no consigo saber dónde
ni si tú estarás en ella.

Pum

Se refugiaba en lo oscuro porque se sentía segura.

No hacía falta esconderse.

Divagaba sin musa,
esperaba encontrar la fuente
en sí misma.

Soledad andaba fuera,
encontró a esperanza y ésta
le enseñó a creer
en cosas que nunca se había planteado.

Allí estaba ella,
hasta soledad le había dejado.

Lo comprendió,
pues quien quiere algo sin luz,
soledad se había cansado.

Amor propio venía a veces de visita,
odio le daba las buenas noches
y tristeza era su nueva amiga.

Pero ella seguía queriendo su soledad
la que mejor le entendía,
le había visto crecer,
hacer locuras,
llorar,
reír,
amar.

Y aún así se fué,
como quien tira una bomba
y huye
sabiendo las consecuencias.