Y si ella te coge de la mano,
no para guiarte,
sino para sentirte.
¿Y si un día te pregunta
sin hablarte?
¿Serías capaz de arriesgarte
por su ganas de vivir
y por sus curiosidades?
Es amiga del sol,
dueña del atardecer
y protectora de la noche.
Acaso no estaríamos locos
si dejásemos escapar su locura.
Solo espero
que no la pierdas de vista,
ni a ella,
ni a su presencia.
ni a ella,
ni a su presencia.
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