Ir nadando a ciegas
porque es mejor chocarse sin darse cuenta.
Y tú fuiste mi golpe preferido
y eso parece que no cambia
como mi manía de camuflar
antes que olvidar.
Que yo creía que bailaba sola
pero lo hacía con tus recuerdos
que me agarraban de la cintura.
Si ya no era justa
ahora no merezco ni castigo
pues no hay mayor condena
que sentir a ratos.
O acostumbrarse a un beso,
o grabar tu mirada
o solo pensar en tu nombre.
Las fechas de caducidad no van conmigo
ni los olvidos me quieren.
Se habrán encaprichado contigo
porque el que debe salir ganando
debes de ser tú.
Porque aquí las princesas no son rescatadas
y los héroes siguen su camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario