viernes, 19 de febrero de 2016

Cosas

Y no era yo la que te miraba sino
una sombra oscura en vez de azul.
Ni eran mis oidos los que oían tu risa
en aquel bar de madrugada.

Ni soy yo ahora escribiendo esto
pues hace tiempo que no me gusta
lo que hago y necesito que me recuerdes
si hay algo bueno en mí.

Pero no puedo decirte que
me hacen falta tus palabras,
tus miradas y tus reflexiones.

Al igual que un músico no pide música
ni un marinero mar
ni un enamorado una lágrima
en una despedida.

Pero sí puedo escribir lo que el corazón llora cuando mi cuerpo te echa de menos
mientras perteneces a otro vestido
y a otros labios sin pintar.

Ya que los mios están pintados de sal
y creo que te has cansado del sabor
amargo de mis lágrimas
porque no quieres verme así.

Inevitable y a la vez absurdo
pero así soy yo y así siento
y a veces me gusta y otras no.
Como cuando estás en un bar riendo
y la chica de al lado no soy yo.





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