es como estoy ante ojos
de desconocidos
que están más cerca
de lo que parecen.
Un secreto de verdad
de los que solo conoce
uno mismo.
Por ser delicada
o demasiado para otros
dirías.
Un diamante negro
en la noche.
Un beso
en una esquina.
Quiero la llave de la reja
prohibida, chirriante y oxidada.
Que si por estar así soy lo menor
lo que no se ve
lo que no se siente.
Y aunque grites no me encontrarás,
y a pesar de que me busques
no me oirás.
Porque hace tiempo que
me tienes tan escondida
que ya no sé como suena mi voz
ni mi cabeza.
Ven y mírame donde nadie lo haría,
no quiero ser una reliquia
que todo el mundo quiere
para sí.
Quiero ser libre
a mi manera
contigo
y sin ti.
Sin tocarme,
ya estoy hundida,
sin romperme
noto las grietas.
Sombras en la oscuridad me definen,
sigilosas,
viendo como tú vas con esa luz,
esa si que es preciosa.
Y yo no puedo competir contra ella,
porque sería una batalla absurda
como lo soy yo
en un día de niebla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario