viernes, 8 de mayo de 2015

No pienses

Abre la herida que brota con más fuerza, nunca tiene suficiente, besa, acaricia y rapta todos los sentidos. 

Te mira, te engaña y se estremece.

 Un suspiro suave en una habitación templada donde respirar el aire cuesta trabajo, donde los ojos caen por su propio peso y tú te vuelves dócil.

 Me acerco, te abrazo, noto tu pecho caliente, lleno de paz, lleno de secretos que no me pertenecen como tus sueños y tus miradas perdidas.

Un escalofrío recorre mi cuerpo, lo notas, lo noto, me enfrio y tengo calor.

Me siento tranquila y tu tán calmado que podría pasar lo peor y estar los dos pegados.

Me acaricias y no me contengo, en mi cara empieza una pequeña lucha pero intensa, el anochecer quiere aparecer pero los mares no quieren irse, ceden y me besas. 

Anestésico local, todo se esfuma, estoy llena.

 No me entiendo, me entiendes y me regalas una sonrisa, esa que dura muy poco, casi inexistente, alguna vez hace una visita.

Paredes blancas o marrones, no es posible recordarlas cuando la memoria incierta se centra en una persona. 

Palabras opuestas, sentimientos contrarios a ellas. 

¡Oh qué sería de nosotros si tomáramos todo al pie de la letra!

Predecible, dirías, tormenta, respondo.

Una noche de primavera con sabor a verano, recuerdos en forma de inspiración, escribo porque me gusta hacerlo, 
porque me lo dicta el corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario