Imagina

Y piensa que es lo que pasaría.

Es escalofriante,se me eriza la piel solo con imaginármelo. 

Está tan fuera de lugar que da miedo.

¿Podría describirse como bueno? ¿Malo? ¿Raro?

Es diferente, dejemoslo ahí.

Tardaría tiempo en acostumbrarme, lo admito.

Atraería a cualquier amante del misterio, pero una vez que lo hubiera descubierto no podría volver atrás.

Hay un pequeño detalle y es que ocurre solo, no sabes en qué momento puede pasar ni a quién. 

Deja huella sí, de las que no se van.

No sé si sería capaz de soportarlo.

Forma parte de un juego y unas veces toca y otras no ¿por qué no debería jugar? ¿Para no perder? ¿Para no ganar?

Yo solo soy una ficha entre tantas, peor o mejor a vista del jugador pero acaso ¿puedo decidir sobre mis pasos?

Parece que no, siempre hay alguien detrás.

Por eso es misterioro y desconcertante cuando te pasa porque ocurre en la mente de otra persona.

Así que solo queda imaginárselo.

No pienses

Abre la herida que brota con más fuerza, nunca tiene suficiente, besa, acaricia y rapta todos los sentidos. 

Te mira, te engaña y se estremece.

 Un suspiro suave en una habitación templada donde respirar el aire cuesta trabajo, donde los ojos caen por su propio peso y tú te vuelves dócil.

 Me acerco, te abrazo, noto tu pecho caliente, lleno de paz, lleno de secretos que no me pertenecen como tus sueños y tus miradas perdidas.

Un escalofrío recorre mi cuerpo, lo notas, lo noto, me enfrio y tengo calor.

Me siento tranquila y tu tán calmado que podría pasar lo peor y estar los dos pegados.

Me acaricias y no me contengo, en mi cara empieza una pequeña lucha pero intensa, el anochecer quiere aparecer pero los mares no quieren irse, ceden y me besas. 

Anestésico local, todo se esfuma, estoy llena.

 No me entiendo, me entiendes y me regalas una sonrisa, esa que dura muy poco, casi inexistente, alguna vez hace una visita.

Paredes blancas o marrones, no es posible recordarlas cuando la memoria incierta se centra en una persona. 

Palabras opuestas, sentimientos contrarios a ellas. 

¡Oh qué sería de nosotros si tomáramos todo al pie de la letra!

Predecible, dirías, tormenta, respondo.

Una noche de primavera con sabor a verano, recuerdos en forma de inspiración, escribo porque me gusta hacerlo, 

porque me lo dicta el corazón.