lunes, 2 de febrero de 2015

Vida

Ahí estaba ella, delante de un camino de piedras, en la entrada había un cartel que decía "Una vez que pases no podrás retroceder, eso si, eres libre de decidir si quieres pasar o no".
No lo pensó demasiado, estaba segura de pasar porque quería ver lo que había al final de aquel camino.
Decidió dar el primer paso, pisó el suelo y no pasó nada, ella se sintió con fuerzas y pensó que esto sería muy fácil.
Pasaban los días y ella seguía andando, cuando se cansaba paraba un rato y luego continuaba, habia días aburridos donde el cielo amenazaba lluvia, otros divertidos donde se encontraba algún animal en el camino y jugaba con él.
Un día, al atardecer, se paró a descansar y empezó a reflexionar sobre aquel camino. No sabía lo largo que podía llegar a ser, no se parecía a ningún otro que hubiera recorrido pero aún así seguían sus fuerzas para descubrir el final. 
A la mañana siguiente empezó a llover, nunca había llovido hasta entonces por lo que se extrañó. A lo lejos vio otro cartel que ponía "Puedes quedarte en este sitio y que pare de llover o continuar el camino, descalza y con lluvia, eso si, eres libre de decidir lo que quieras pero no podrás volver atrás".
Este cartel no era como el anterior pues no era tan positivo, pasó el día delante de él pensando en todo esto y decidió continuar.
Se quitó los zapatos mojados y puso los pies en el camino de piedras, algunas pinchaban y otras resbalaban porque estaban mojadas pero no hizo caso.
Cada vez que andaba le dolían más los pies pero no se rendía y así pasó una semana hasta que llegó a un cartel con dos caminos que decía "Puedes seguir por el camino de la izquierda donde solo hay lluvia y tendrás zapatos o el de la derecha que habrá fuego y estarás descalza, recuerda lo anterior, eres libre de decidir"
Ella tenía los pies echos polvo y no podía más, había sufrido mucho y el fuego la mataría por lo que decidió seguir el camino de la izquierda.
Fueron dos meses de larga lluvia donde ningún animal se cruzó en el camino, ni un rayo de sol, ni una esperanza pero un día salió un rayo que partió el camino en dos, uno llevaba por un sendero nublado con un poco de sol y el otro más lluvia intensa, sin pensarlo cogió el del sol y se sintió muy feliz, añoraba esa paz pero al cabo de poco se encontró otro cartel.
"No todo lo que parece es, el siguiente camino hay fuego, viento, piedras y soledad y en el otro no hay nada, tú eliges"
El comienzo le desconcertó, ¿y si el camino "malo" fuera el "bueno"?
Una noche, en ese tiempo decidió el camino de fuego arriesgandose, sabiendo que iba a sufrir, llorar y todo lo que conlleva a ello. 
Pasó así muchos meses y a veces tiraba la toalla y pasaba varios días sentada, preguntándose por qué había decidido avanzar al principio, no sabía si esto había merecido la pena y ni siquiera sabía aún lo que le esperaba al final del camino.
Lo que le impulsaba a seguir era que solo de vez en cuando aparecía un pájaro y cantaba una melodia, eso le hacía sentir bien y poder continuar.

Un día un cartel apareció en el camino"No puedes seguir así, decide si quieres abandonar el camino o seguir por ese camino blanco, la nada"
Ahí ya no ponía que era libre, tenía que decidir si o si, pasaron semanas indecisa, se estaba haciendo demasiado largo pero pensó que todo esto tenía que ir a algún lado y así que decidió ir por el camino de la nada.

A mitad camino en donde se encuentra, esta soleado, excepto algunos días pero ella sigue andando y todavía no ha llegado al final, no ha encontrado de momento ningún cartel y no sabe si eso es mala o buena señal.

2 comentarios:

  1. La vida es siempre una sorpresa... Nunca sabes lo que pondrá en el próximo cartel. Muy bueno.

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