Un portazo,
es lo que se oye tras una discusión silenciosa consigo misma.
Corre, cada vez más deprisa, hasta que nota que le duele el pecho.
190 pulsaciones, casi su limite, en ese momento le hubiese dado igual haber desaparecido.
"Chica ¿Es que tienes prisa?" Oye a lo lejos.
Tiene ganas de llorar, en su cabeza no para de sonar "¿Por qué lo has hecho? Sabías que no estaba bien, que te ibas a sentir fatal después"
Pero en ese momento no era ella,
el mundo deja de ser mundo, no escucha,no ve, sólo actúa en contra de ella misma.
Siempre la misma historia.
Siempre los mismos síntomas.
Siempre las mismas promesas.
Siempre las mismas decepciones.
Está cansada, de sus obsesiones, de sus problemas , de su actitud y de sus palabras.
Hace tiempo que no escribe,
porque ya ni cree en lo que dice.
Y es lo que más le duele,
haber perdido la esperanza en ella misma.