domingo, 9 de julio de 2017

Llama

Te quemaste,

por eso huíste.

Buscas pieles que te tapen las heridas,
para no recordar lo que sentiste.

Duelen,
no quieres tocarlas.

Sólo te acuerdas de ellas cuando menos
 te quieres,
y eso me duele a mí.

Marcado quedas,
y eso no es lo que buscabas,
cuando indagabas en tu curiosidad
sobre qué pasaría.

¿A quién no le gusta una noche llena de fuego?

Pero lo nuestro era uno constante.

Alguien tenía que consumirse antes,
porque quién quiere
quemarse
de nuevo.