Noto que mi tren ha pasado
contigo dentro.
Tú,
desde el principio
compraste el billete
que no se podía cancelar.
Sabías que debías
coger ese tren
de las dudas.
Yo,
guardé el asiento de "Por si acaso"
creyendo que no lo cogería nunca.
Y si uno de los dos subía
puede que hubiese una solución
pues alguno se quedaria esperando
en aquella estación.
Pero si los dos éramos compañeros
acabaríamos separandonos
al llegar a nuestro destino incierto.
Por eso, decidí esperar a un tren fantasma
en un lugar lleno de humo
como tú.
Sí,
eres humo,
que no se ve pero se siente.
Y ahí sigo respirandote
hasta que un día me ahogue.