Y si prescindes de mi,
lo notaría como gotas frías
que queman la piel.
Si te alejas,
el espacio entre nosotros
será un abismo
de subidas y bajadas.
Si ya no escribes,
no es porque se haya acabado la tinta
sino porque no hay sentimientos
expresados en palabras.
Si cuelgas
cada grito a tu mirada
me quedaré ciega,
muda y desorientada.
Si ya no me sueñas,
es porque soy una pesadilla,
un fracaso,
una herida.
Si no me quieres
Si no me quieres
sobran las palabras.