Cuando tu cuerpo dice "Basta por hoy" y te pide a gritos que vayas a amar tu cama.
Pero tú haces caso omiso a todo eso porque tus sentimientos deciden por ti, aunque te hagan daño pero en el fondo sabes que te gusta esa sensación de poder decir que todo ha merecido la pena, que más vale sentir dolor y amor antes que solo amor porque ya que sentimos vamos a hacerlo por doble intensidad.
Y el tiempo sigue pasando y sólo quieres detenerlo porque sabes que te irás y perderás la oportunidad de decir lo que has callado durante el día, en verdad te interesa más saber del otro más que de ti mismo.
Tic tac, todos te esperan al día siguiente, esperan que sigas con tu sonrisa (fingida) ,tus ganas de trabajar (inexistentes) y tus ganas de vivir (en duda).
Y claro, no puedes decepcionarles porque a ellos los ves todos los días, pero no has elegido eso y lo sabes.
Te gustaria cambiarlos por esa persona para no tener que ocultar tu interior que te está pidiendo a gritos que lo muestres porque sabes que vales más que todo lo que se ve por fuera.
Sin embargo, tienes que elegir, y como el tiempo no espera, la noche se alarga y sigue sin aparecer, decides retirarte a ese lugar llamado cama para que mañana sea otro día donde esa persona estará con la respuesta a tus dudas, pero ya será tarde porque las oportunidades de esa noche se han perdido y solo te queda seguir esperando, no al tiempo, sino a vuestro tiempo juntos.